
Por: Daniel Palacio
Llegará el momento en que las clínicas o hogares de reposo para tratar adicciones y enfermedades mentales estarán atestadas de jóvenes y no precisamente por causa del alcohol, las drogas o la anorexia, no, será la gran transformación de la Web lo que llevará a cientos de personas a una adicción jamás vista en la historia de la humanidad.
Intenten encender su computador y ejecutar cualquier programa sin antes iniciar su sesión de Messenger y abrir su Facebook, ¿difícil verdad? Ahora pidan a alguien que por favor grabe sus rostros en el preciso instante en que aparece su página principal de "face" y después observe la cara de tonto que puso al ver que tenía por lo menos una notificación, esperando claro que esa notificación provenga de la acción de una persona en especial, o por el contrario la cara de decepción e ira al no encontrase con nada nuevo, con que nada haya acontecido durante los 3 minutos que llevabas fuera del sistema Facebook.
El atontamiento es inevitable, ahora si quieren que todos nos veamos igual, pensemos igual y hasta actuemos igual, está bien, quizás antes también lo hacíamos, pero por lo menos no alardeábamos con ello. ¿Cuántas personas se han tomado la misma foto en la Piedra del Peñol y de fondo la represa? ¿Cuántas personas han puesto esta foto como foto de perfil? lo más posible es que usted sea uno de ellos y en este momento esté a punto de quitarla. ¿Cuántas personas pusieron sus fotos verdes y con logos en alusión a un partido o candidato sin ni siquiera ser mayores de edad y tener el poder para elegir? Ahora, cuantas personas tienen dentro de su información que son apasionados por la lectura, el cine y hasta la poesía, si todos sabemos que es chévere hacerse los cultos para parecer interesantes y además el cine esta súper de moda y ni que decir de la lectura, ustedes me disculparan pero no hay cosa que me llene más de rabia que ver a una tonta con un libro y más si es de superación personal, debería de saber que la solución a ese tipo de problemas no está en los libros, esta en sus tetas.
Las fotos se han convertido en la mejor forma de humillar, presumir y hasta ser patético de aposta, pues si uno reflexiona, ¿A quién carajos le importa que hice el sábado en la noche? pero no, ahora tenemos una nueva obligación y es tener un quehacer y regístralo, ya que si no está en Facebook es que como si no hubiera pasado. Este fin de semana quizás no haga nada, me quedaré en mi casa viendo películas viejas y engordando un poco más, de este fin de semana no abran fotos ni etiquetas, para el resto de la humanidad este será el fin de semana en que yo deje de existir para ellos, y es precisamente por eso, por ese miedo a dejar de existir que cada momento hay una nueva foto de alguien en fb, si es el caso tal fotos viejas, el hecho es recordarle a el resto del mundo que yo existo.
La página de inicio tiene más tránsito que cualquier otra página en el mundo, a cada momento hay actividad, ya sea una nueva foto, un nuevo estado o que alguien o más bien muchas personas se han unido o le han dado un me gusta a una tontería más que solo define su estado de ánimo verdadero y en el cual mantiene y es que si algo a logrado el "face" es consolidar dos estados de ánimos únicos he irremplazables, usted puede estar o enamorado o despechado, nunca estará de otra manera, usted debe hacer parte por lo menos de una página como "se conecto, no le voy hablar, no le voy hablar, le hable :s" que denota que usted anda tragado hasta las entrañas y lo más patético es que esta tragado solo, o "Te amo, te amo, te amo, te amo" lo más seguro es que en realidad no ame tanto a esa persona, si de verdad lo está se daría cuenta que eso es demasiado tonto y que hay mejores forma de demostrarlo. Por último y no por eso menos patético están esos grupos que quisieran agrupar un gran número de usuarios unidos por su idiotez como ejemplo "Yo también me chupe el frutiño en polvo" o "A los que la mamá les pego chiquitos" y eso de que sirve, acaso por unirse ahí le van a regalar frutiños o van a solucionar los traumas que le dejó las pelas de su mamá.
Se los aseguro, el Facebook terminará enloqueciendo a más de uno y ni que decir de la adicción si ya millones somos adictos, ya sea desde los Black Berry, mensajes de texto o los computadores, el afán por mantenernos enterados de la vida de los demás no ha llevado a parecer espías, espías lámparas que no nos basta con conocer la vida ajena si no que también entren a la de nosotros y no la esculquen o por lo menos que conozcan eso que nosotros queremos parecer y que el Facebook nos permite ser y que para lastima de muchos, pocos somos.
Oh flako teni toa la razon.
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